Jose Carlos Mariategui 1930-2011

Jose Carlos Mariategui   1930-2011
SABEIS QUIEN ES MARIATEGUI ?, PUES BIEN , ES UNA NUEVA LUZ DE AMERICA , EL PROTOTIPO DEL NUEVO HOMBRE AMERICANO, HENRI BARBUSSE. Mausoleo en Lima Peru . Cementerio Presbitero Maestro.

martes, 26 de mayo de 2015

Cuando un criollo muere, nunca muere

Cuando un criollo muere, nunca muere

25 de Mayo del 2015 a las 12:43:53

CUANDO UN CRIOLLO MUERE, NUNCA MUERE

Entre las muertes por los conflictos del sur, la semana pasada redobló sus tristezas. El maestro Manuel Acosta Ojeda, escritor, infatigable difusor cultural, compositor, criollo hasta los huesos, partió hacia una jarana en el cielo, que reclamaba las certezas de sus letras. Dios, como buen peruano, también gusta del criollismo. Lo entrevisté más o menos por el 2006. Acá un resumen de aquella larga conversación que tuvimos en el Cordano, entre Coca Colas y nostalgias.
Por Eduardo Abusada
Don Manuel, ¿cuándo descubre su vocación por la canción criolla?
Nací en la Maternidad de Lima en marzo del año 30. No había televisión y los días que pasé allí ya escuchaba las serenatas. Desde el vientre de mi madre ya escuchaba música. Luego, en mi casa, en Miraflores, la radio pasaba música pues, no ruido. La música más chabacana para la gente, digamos de medio pelo era, por decir, Los Panchos. Eso era vulgar. Música era Schubert, Mozart, Bach, etc.
Estamos en mayo, ¿cómo nace el tema ‘Madre’, convertido siempre en himno este mes?
Juan Gonzalo Rose, señor poeta, decía que la canción que más le gustaba de todos mis temas era ‘Madre’ por “su sinceridad”. La letra la escribí en un bar que se llamaba El Silletazo, porque las sillas paraban volando, en la esquina de Gonzáles Prada con Santa Rosa. Yo cantaba regular y había serenatas, entonces hicimos un trío con Rómulo Palaviccini y Gerardo Hernández. No se usaba cajón, era solamente para los negros. Teníamos bastante fama en Surquillo porque no había otro conjunto. Teníamos trabajo y nos pagaban 20 o 30 soles, pero nos servían unos buenos platos de arroz con pato. Entonces, estábamos cantando después de una jarana, era sábado víspera del Día de la Madre. Eran las 7, 8 de la mañana y la gente ya llegaba a comprar panetón, botellas de champagne, chocolate, vino. Y yo pensé en mi bolsillo, que estaba roto anímicamente, porque no tenía ni medio. Me dio mucha pena, mucha tristeza no poderle llevar nada a mi mamá. Y en una cajetilla de cigarrillos Nacional, que era lo más barato del mundo, en la parte blanca empecé a escribir “madre cuando recojas con tu frente mis besos…” Seguimos tomando y cantando y seguía pensando en lo mal me había portado, en lugar de tener un trabajo para poder llevar a mi mamá al cine…Tenía 20 años, ¿a esa edad quién lo frena a uno? Y seguí escribiendo cada vez más emocionado. La canción fue sincera porque la hice antes de que mi nombre suene en ningún lado. Yo escribí para mi mamá, una mujer sencilla, promedio; y a las 11 de la mañana terminé la letra y la guardé en mi bolsillo; y sin llorar me fui a la casa porque me sentía muy emocionado. Mi padre casi se desmaya, porque yo siempre llegaba martes cuando salía los viernes. Estaba sano y pasé linda la tarde con mi familia, y el domingo fuimos al cementerio a ver mis abuelos. Ya después la seguí [la jarana] (sonríe).
¿Pero cómo se hizo canción?
Ahí se quedó la nota en el saco viejo. Tenía dos, uno viejo y el otro más viejo. De repente en el 55 hago ‘Un Atardecer’, que lo cantaron con éxito en Radio Nacional. Lo empezaron cantar Los Chamas y en todas las radios. Luego se cantó a nivel mundial porque Gladys Zender fue elegida Miss Universo y cuando le preguntaron sobre sus gustos dijo en cuanto a música: “La canción ‘Un Atardecer’ de Manuel Acosta Ojeda por Los Chamas”. Así, un solo dato pasó por todo el periodismo de esa época, que era muy poco en ese entonces. Ya todos me llamaban. Entonces venía el Día de La Madre y me acordé. Busqué mi saco viejo, boté las polillas, saqué la letra y le puse música. Los hermanos Gómez de Los Chammas me dijeron que si la cantaban otros no me hablarían nunca más. La canción estuvo en el closet un año mientras la ensayamos en las noches para que nadie se entere. La cantaron en radio La Crónica. En el segundo párrafo Óscar Bromley, ‘Pajarito’, que era la voz de Los Chamas, se pone a llorar; Washington Gómez se quedó mirándolo y también se puso a llorar; Orlando, que no lloraba ni picando cebolla, también rompió a llorar. El público lloraba y yo fumaba como fiera para no llorar, hasta que acabé llorando también. Se repitió tres veces.
¿Y cómo aguantaba la mamá a un hijo tan bohemio?
Uyy…recontra malogrado era yo. Pero la suerte era que tenía teléfono desde antes de nacer, era el 266, de tres números nomás. Entonces de donde estaba jaraneándome buscaba un teléfono y la llamaba para que sepa que estoy vivo…pucha, cuando me acuerdo me dan ganas de llorar. Llegaba tarde, pero siempre llegaba.
¿Qué le gustaría decirle que nunca le dijo tal vez?
Te quiero. Cuando somos chicos somos achorados, todo lo sabemos, somos borrachos y a veces no decimos “te quiero”. He podido portarme un poco mejor. Por eso es importante que la gente joven procure no llegar muy tarde, tener mucho cuidado, porque en verdad se afligen los viejos. A todos los que tengan su madre viva les diría que tengan un poco más de preocupación por no darle cólera a los viejos, porque después, cuando se mueren, ya es muy tarde para arrepentirse. Cuánto daría yo para estar un par de días con mi mamá, tomar desayuno, salir a pasear, pero eso ya es imposible. El tiempo se pasa y uno está chupando en el Palermo, en el Chino Chino, en el cuchitril y después no se puede recuperar el tiempo.
¿Cómo era la bohemia de su tiempo?
Era muy sana. Todo ha cambiado tanto, los valores eran tan diferentes. Nadie bailaba con nadie en las fiestas sino habían bailado los dueños de la casa. Las fiestas no eran todos los días, eran solamente en santo del viejo o santo de la vieja. Yo no recuerdo de ningún quinceañero. Cuando venía santo de fulano se preparaba meses antes.
¿Dónde se iban a bailar?
Había cuatro salones de baile donde iba gente de 21 años lo menos. Nada de 18 en ese tiempo. Las mujeres no tenían derecho a voto, su voto es muy bueno después…ja. Había el Alice en el Jr. Huánuco; el Gremios, en la calle Gremios del Centro de Lima; el Yolanda, que estaba en Jesús María; y La Andina, en Surquillo, donde se tocaba mambo. Yo bailaba mambo, y bailaba bien creo, pero lo raro es que nunca hubo una orquesta de mambo acá. La radio permitía la imaginación. Las mujeres se decían que “lindo canta esa voz, debe ser un hombre alto, guapo, ojos azules, no sigas, no sigas…”, y en realidad el cantante medía 1.60, narigón, pero las chicas suspiraban. Ya con la televisión cambió todo y no había defensas y los nuevos ritmos entraron con fuerza. Por eso yo pienso que la canción criolla está destinada a perecer. No hay nada que sea eterno, pero hay que defenderla. Que aguante la vieja hasta que muera.
¿Cuáles eran sus bares preferidos?
En el centro de lima, en la Colmena, cerca de Azángaro, estaba El Palermo. Era increíble, nunca ha habido nada igual en América Latina creo. La gente llegaba de otros países, periodistas, intelectuales, músicos, iban al Palermo. No había dos mesas homogéneas. La gente de San Marcos se miraba con la gente de la Cantuta por ejemplo, gruñían. La gente de la Católica se iba a un sitio especial, el más pituco; no había pues La Pacífico y las nuevas. Cada mesa tenía su poeta. Ahí conocí al poeta Martín Adán, era huraño, hosco como él solo, no saludaba a nadie. Si no iba con Gonzalo Rose no me daba la mano. Gonzalo se acercó y le dijo “maestro”. Le contestó “hola Gonzalo” y me miró a mí como a un perro. Gonzalo le dijo: “Él es un amigo”, y el poeta contestó “ya tengo muchos” o algo así. Gonzalo le dijo: “Él tiene canciones bien bonitas” y él contestó “yo no canto”. Entonces le cantó un pedacito de ‘Un Atardecer’ y me invitó a tomar asiento. Tomamos un vaso de cerveza y nunca más hablé con él. Así sea verano siempre paraba con un abrigo, no hablaba con nadie.
¿Y dónde la seguían?
El Chino Chino quedaba al frente. Todos los misios pasábamos ahí porque el Palermo a las 11 cambiaba de precio, subía casi al doble. De repente para que no venga tanta chusma, ¿no?
Me dijeron que paraba en el bar Tobara de Surquillo.
Ahí he ido varias veces pero era muy peligroso, y esto que yo no era ningún sonso. Había gente de mal vivir que venía de otros barrios. Hasta hubo asesinatos en la puerta. Recuerdo a un chico que le decían ‘Niño Bonito’, mató a tres personas por una apuesta a quién era más rápido con la chaveta. Había también otra cantina por Salaverry en la que paraban sobre todo criollos y todos se decían “oye salud…tu madre, dos más…tu madre”. Para todo era “tu madre”, se había hecho una especie de punto y coma, y se quedó con el Hogar de la Madre. También había El Sombrero, porque todo mundo la metía la cabeza.
¿No se armaban peleas en las jaranas?
Hubo una época en que apareció “la paradita de gusto”, que era un tontería. Consistía en que estábamos tomando en grupo y nos íbamos embriagando y de repente se retaban así de frente a “una paradita de gusto”… “ya pues”; y salían a la calle, se metían el pantalón debajo de las medias para no enredarse, se sacaban la camisa y se agarraban un ratito y seguían chupando. Era una cojudez pero se hizo costumbre. Por ejemplo, en Surquillo había un buen peleador, el Negro Felipe, hasta que aparece Lolo García ‘Carta Brava’. Así como los del far west lo buscó pues y le pegó. Luego todo mundo quería pegarle a ‘Carta Brava’ y él fue por años el mejor. El inventó una patada que le llamó la ‘espuelérica’, que iba al tobillo. Había más estilo, no valía pegar en el suelo; sino los que estaban viendo se metían y le pegaban a uno.
¿Sigue tomando sus traguitos?
Ya no puedo. Pero nunca fui borracho porque borracho es el que se emborracha, yo era bebedor. Tenía buena consistencia.
Ha tenido importantes reconocimientos del Gobierno, pero ¿le han ayuda financieramente?
No, no, felizmente no. Hace daño.
¿Pero recibe regalías por sus temas?
No, porque eso lo roba la APDAYC. El Indecopi ha hecho una resolución mediante la cual Saycope, que es la entidad que yo presido, no puede cobrar sus derechos de autor. Lo más grave es que estoy condenado por el delito de cobrar ¡mis canciones! sin permiso de Indecopi. Yo me río, ni he ido al Poder Judicial.
¿Por qué cree que ha perdido auge el criollismo?
Falta difusión. No hay oferta porque no hay demanda. En el año 53 se inicia todo un ciclo increíble que dura solamente unos 15 años. Aparecieron Los Chamas, Los Romanceros Criollos, Los Dávalos, etc. Esto abrió las puertas de la canción criolla y las 7 u 8 emisoras que habían, todas hacían música en vivo, con butacas. Sale Tania Libertad con 10 años. Pero llega la televisión y la falta de apoyo de parte de nosotros mismos. Se buscaba personas con lo que llaman “buena presencia”, que es una estupidez, pero lamentablemente existe. O sea, un negro no tiene buena presencia, si es chato, peor; y panzón, ya no, que cante de espaldas.
No es una despedida, pero ¿se va satisfecho de esta vida?
No, creo que podía hacer mucho más, pero el tiempo lo dirá. Estoy estudiando la cuestión esta del Internet, la vaina esa. Pero me siento muy contento de haber aportado algo.
Lleva con su esposa Rebeca como 40 años, ¿la conquistó cantando?
Eso es bien interesante. Yo el año 68, que la conozco, ya no sabía dónde meter diplomas, medallas que me reconocían; ya había estado en Europa, en medio mundo y me daban homenajes por doquier; salía en revistas extranjeras. Y entonces, cuando conozco a mi esposa, muy linda, ella no sabía ni ‘Madre’, ni una canción mía. Me quedé asombrado porque yo paraba en San Marcos, la UNI, y las chicas suspiraban; yo cantaba regular y no tenía las arrugas que tengo ahora. La conocí, nos hicimos amigos y me enamoré porque era una mujer muy fuerte, muy valiente. Es una mezcla así de la   Thatcher con Martha Hildebrandt y un poco de Victoria Santa Cruz: un poco TNT, pero eso me hace bien, me controla.
¿Hizo alguna locura de criollo por ella?
No. Eso de “si no me quieres me mato” es una cojudez. Si me quieres, pues me quieres; si no me quieres, chau. El problema era que tenía 5 hermanos. Yo creo que me buscó por eso, porque a mí no me podían pegar fácilmente. A otros enamorados les daban su tanda.
¿Era amigo de Julio Ramón Ribeyro también?
De niños. Nos conocimos en un billar en Miraflores, en la Alameda Pardo. Había un billar que era para puro pituco, por donde está el Vivaldi. Ahí conocí a Julio Ramón. Él era de clase media alta, yo no tenía ni clase creo, más misio que la patada. Pero como vivía a la espalda, en Manuel Bonilla, iba al billar. Los chicos vivos de Surquillo y La Victoria iban a ese billar para ganarle plata a los blanquitos, había gente de Champagnat. Yo jugaba con las dos manos y me pusieron ‘El Sabido’. Esto está en la novela de Julio Ramón, ‘Los Gienecillos Dominicales”. Me acuerdo que con él parábamos en un bar que se llamaba Taca Taca, era de un chino, frente el Cine Marsano. Todos tenías una cultura maldita.
¿Qué recuerdos tiene de Julio Ramón?
Yo le ganaba al billar. Él tomaba muy poco, era muy débil. Ese nació flaco. Era tranquilo, nunca llegaba después de las 2 de la mañana, nosotros sí llegábamos a las 3 de la tarde. Recuerdo una vez que estábamos tomando frente a la huaca Juliana y a un pata le dio esa cosa que puede ser catalepsia. Parecía muerto, no tenía latidos, no tenía aliento, le pusieron el espejo. Éramos muchachos y nos moríamos de pánico. ¿Qué hacemos? Pensamos en enterrarlo en la huaca y buscamos una lampa por ahí y sólo encontramos una lampita como de juguete. Total, como a las 3 am el pata respiró “ahhhh” y nos fuimos a chupar a la casa de Julio Ramón. Estaba aterrado el flaco, casi muere, lo tuve que llevar a su casa. Todos nos asustamos. Pensamos en la Policía, asesinato y encima tomando una vaina que estaba de moda, que era la cáscara de plátano que la hacíamos hervir y era un alucinógeno maldito, era como la ayahuasca.
¿Y Ribeyro le soplaba algunas letras?
Él escribía mal. Empezó como poeta. Cuando yo conté eso a Caretas medio que se molestó. Ya después reconoció sí que escribía mala poesía.
Hablando de coyuntura, ¿Ud por quién votó?
Por Tongo…ja.
¿Y para presidente?
Ah, el voto es secreto. El problema para mí no está en el gobierno, está en el sistema. Cada vez estamos más animalizados.
¿Cuál ha sido para Ud. el mejor presidente que ha tenido el Perú?
José Luis Bustamante y Rivero, que lo sacó Odría. 
¿Pensó ser político alguna vez?
Todos somos políticos en alguna forma. No hay neutrales, no hay apolíticos. El que no está con los pobres, está con los ricos. Así es.
¿A quién le dedicaría el valse “Víbora”?
Jaja…a Martha Chávez. A Alan le cantaría ‘Caballito Blanco’.
¿Y para Ollanta tendría una canción?
‘Déjalo que se vaya’. 
Fotos: Andina

El Reportero de la Historia: 55 libros de Historia y Cultura del Perú en acceso abierto

El Reportero de la Historia: 55 libros de Historia y Cultura del Perú en acceso abierto

55 libros de Historia y Cultura del Perú en acceso abierto


He reunido en el siguiente post los enlaces a 55 libros de Historia y cultura peruanas disponibles libremente en Internet (publicaciones liberadas en la red por sus autores o sus editores), listos para descargar. Respetuosos de los derechos de propiedad intelectual de estos, no hemos linkeado obras que circulan por la red de manera 'colaborativa' pero que resienten este derecho (en ese sentido, si alguno de estos libros viola alguno, por favor háganmelo saber para retirarlo). Como podrán comprobar hay títulos clásicos y autores imprescindibles, lo que hace realmente significativa esta lista para aquellos que tenemos que preparar clases y materiales de trabajo y actividades para el aula. Cada libro figura con su enlace original, pero para hacerles la tarea de descarga más fácil, los he reunido todos en este enlace. Ojalá les sirva de ayuda esta lista, porque de ser así, entonces la próxima será sobre100 libros de Historia y Cultura del Perú en acceso abierto.
01. Raúl Porras Barrenechea: El Legado Quechua 
02. Obras Completas de José de la Riva-Agüero y Osma. Tomo 4. La Historia en el Perú
03. Luis E. Valcárcel: Memorias
04. Túpac Amaru y la Iglesia en el Cusco. Antología
05. H. Bonilla, P. Chaunu,T. Halperin, E. Hobsbawm, K. Spalding, P. Vilar: La independencia en el Perú.
>>> Seguir Leyendo... >>> 06. Nils Jacobsen y Nicanor Domínguez: Juan Bustamante y los límites del liberalismo en el Altiplano: La rebelión de Huancané (1866-1868)
07. John Fisher: El Perú Borbónico 1750-1824.
08. Nicomedes Santa Cruz: La décima en el Perú
09. Timothy E. Anna: La caída del gobierno español en el Perú: el dilema de la independencia.
10. Max Hernández: Memoria del bien perdido: conflicto, identidad y nostalgia en el Inca Garcilaso de la Vega
11. Christine Hünefeldt: Lasmanuelos, vida cotidiana de una familia negra en la Lima del s. XIX
12. Jorge Lossio: Acequias y gallinazos. Salud ambiental en Lima del siglo XIX
13. María Isabel Remy: Historia de las comunidades indígenas
14. Carlos Sempat Assadourian: El sistema de la economía colonial
15. Heraclio Bonilla: Guano y burguesía en el Perú
16. Martha Andera: Historia y etnografía: Los Mitmaq de Huánuco en las visitas de 1549, 1557, 1562
17. Marcos Cueto: El regreso de las epidemias
18. M. Cueto, J. Lossio, C. Pasco: El rastro de la salud en el Perú
19. Carlos Contreras: La ciudad del mercurio
20. C. S. Assadourian, H. Bonilla, A. Mitre, T. Platt, Tristán: Minería y espacio económico en los andes: siglos XVI – XX
21. Rebeca Carrión Cachot: El culto al agua en el Antiguo Perú
22. Jorge Basadre: El Conde de Lemos y su tiempo
23. Jorge Basadre: Peru: Problema y posibilidad
24. Jorge Basadre: Memoria y destino del Perú. Textos esenciales
25. Herbert Morote: Bolivar, Libertador y enemigo N° 1 del Perú
26. Herbert Morote: El militarismo en el Perú. Un mal comienzo, 1821-1827
27.Herbert Morote: Pero... ¿tiene el Perú salvación?
28. Herbert Morote: Requiem por Perú, mi patria
29. Pablo Sandoval (ed.): Repensando la subalternidad. Miradas críticas/ sobre América Latina
30. Eduardo Huárag Álvarez: Los afrodescendientes en el Perú republicano
31. Dionisio de Haro Romero: Fuentes documentales e historia monetaria: La Casa de Moneda de Lima en el Archivo General de la Nación - Archivo Colonial (1717 – 1829)
32. Gilda Cogorno: Agua e hidráulica urbana de Lima: espacio y gobierno, 1535-1596
33. Obras Completas de José de la Riva-Agüero y Osma. Tomo 7. Estudios de Historia Peruana. La Emancipación y la República
34. Obras Completas de José de la Riva-Agüero y Osma. Tomo 6. Estudios de Historia Peruana. La Conquista y el Virreinato
35. Obras Completas de José de la Riva-Agüero y Osma. Tomo 5. Estudios de Historia Peruana. Las civilaciones primitivas y el Imperio Incaico
36. Obras Completas de José de la Riva-Agüero y Osma. Tomo 3. Estudios de Literatura Universal
37. Alberto Tauro: Guía de estudios Históricos (1955)
38. Peter Klaren: La formacion de las haciendas azucareras y los origenes del APRA
39. Oliver Dollfus: El reto del espacio andino
40. Jo-Marie Burt: Violencia y autoritarismo en el Perú: bajo la sombra de Sendero y la dictadura
41. Jose Luis Rénique: La voluntad encarcelada: la "luminosas trincheras de combate" de Sendero Luminoso del Perú
42. Julio Cotler y Romeo Grompone: El fujimorismo: ascenso y caída de un régimen autoritario
43. Steve J. Stern: Los senderos insólitos del Perú: guerra y sociedad, 1980-1995
44. Martin Tanaka: Los espejismos de la democracia: el colapso del sistema de partidos en el Perú, 1980-1995, en perspectiva comparada
45. Fundación del Banco Continental: «Trujillo del Perú. Baltazar Jaime Martínez Compañón. Acuarelas. Siglo XVIII»
46. Antología General de la Prosa en el Perú. Tomo I, Los orígenes; de lo oral a lo escrito
47. Antología General de la Prosa en el Perú. Tomo II, Del Siglo XVIII al XIX
48. Antología General de la Prosa en el Perú. Tomo III, De 1895 a 1985
49. Perú, Hombre e Historia Vol. II, Entre el Siglo XVI y el XVIII
50. Perú, Hombre e Historia Vol. III, La República
51. Los 50 libros que todo peruano debe leer
52. Compendio de Historia Económica del Perú. Tomo 1. Economía Prehispánica (2008)
53. Compendio de Historia Económica del Perú. Tomo 2. Economía del período colonial temprano (2009)
54. Compendio de Historia Económica del Perú. Tomo 3. Economía del período colonial tardío (2010)
55. Compendio de Historia Económica del Perú. Tomo 4. Economía de la primera centuria independiente (2011)

martes, 19 de mayo de 2015

Thomas Piketty, la nueva estrella de la economía mundial - BBC Mundo

Thomas Piketty, la nueva estrella de la economía mundial - BBC Mundo

Thomas Piketty, la nueva estrella de la economía mundial

  • 7 mayo 2014
Thomas Piketty
El libro tiene unas 650 páginas, fue publicado en inglés el 10 de marzo, trepó al puesto número uno de la lista de best sellers de Amazon en Estados Unidos en abril y su impacto ha sido comparado con el que tuvo Adam Smith en el siglo XVIII, Karl Marx en el XIX y John Maynard Keynes en el XX.
Elogiado por los premios Nobel de Economía, Paul Krugman y Joseph Stiglitz, encomiado por el influyente editor del diario Financial Times, Martin Wolf, y analizado en profundidad por el semanario The Economist. "Capital in the 21st Century", del economista francés Thomas Piketty, contiene un duro ataque al capitalismo y un rasgo que considera inherente a su funcionamiento: una creciente desigualdad que tarde o temprano será "intolerable".
El mensaje recuerda (al igual que el título de la obra) las predicciones de Karl Marx sobre el inevitable antagonismo entre una minoría cada vez más rica y una mayoría cada vez más relegada.
No en vano The Economist apodó a Piketty "el moderno Marx", pero entre las sorpresas de este supuesto heredero del autor de Das Kapital y el "Manifiesto Comunista" está el hecho de que fue recibido simultáneamente por la Casa Blanca y el Fondo Monetario Internacional para que explicara sus tesis.
En su reseña para The New York Review Paul Krugman buscó sintetizar el interés que despierta el libro.
"Presenta un nuevo modelo que integra el concepto de crecimiento económico con el de distribución de ingresos salariales y riqueza. Cambiará el modo en que pensamos sobre la sociedad y la economía", escribió Krugman.

R contra G

Karl Marx
Piketty ha sido apodado "el moderno Marx".
Piketty no es el primero en hablar del crecimiento de la desigualdad. El tema ha sido tratado por diversos autores, desde Joseph Stiglitz hasta el coreano Ha-Joon Chang, y mencionado como uno de los grandes desafíos de nuestra época por dirigentes políticos mundiales, comenzando por el mismo Barack Obama.
La diferencia es que Piketty revoluciona el análisis histórico con una comparación que abarca desde comienzos de la revolución industrial en el siglo 18 hasta nuestros días.
Según Piketty el crecimiento de la desigualdad es inherente al capitalismo porque la tasa de retorno o rendimiento del capital (R: rate of capital return) es superior a la tasa de crecimiento económico (G: rate of economic growth), relación resumida en la versión en inglés del libro como "R > G" (R mayor que G).
Piketty analizó la evolución de 30 países durante 300 años como explicó a The New York Times.
"Si uno analiza el período desde 1700 hasta 2012 se ve que la producción anual creció a un promedio de un 1,6%. En cambio el rendimiento del capital ha sido del 4 al 5%", indicó Piketty al diario.
La consecuencia de este proceso es que a la larga el mismo crecimiento económico se ve afectado. En otras palabras, Piketty ataca de frente la idea de que la distribución de la riqueza económica es secundaria a la creación de la misma.

Los 25 años dorados

Pobreza
El investigador francés analiza en su libro el crecimiento de la desigualdad en el mundo.
Esta tesis choca de frente con la premisa de la economía neoclásica (basada en Adam Smith y David Ricardo) que considera que la distribución de la riqueza es un tema secundario del crecimiento y que en "economías maduras" (desarrolladas) la desigualdad se reduce naturalmente.
Esta tesis se basaba en la llamada curva de Kuznets que postulaba que si bien las economías eran muy desiguales en la primera etapa de la industrialización, se volvían más igualitarias con el tiempo por virtud de un proceso de maduración intrínsico, resultado del crecimiento.
Kuznets desarrolló esta hipótesis en los años 50 y 60 al mismo tiempo en que el capitalismo gozó de sus "25 años dorados" (1947-1973) en los que el crecimiento rondó el 4,5% anual.
Según Piketty este período es una excepción debida a factores históricos aleatorios e institucionales.
"La gran crisis de 1914-1945 con la destrucción de capital por la inflación, las dos guerras mundiales y la Gran Depresión, sumado a cambios institucionales, como la creación del Estado de Bienestar, revirtieron un poco el proceso de creciente desigualdad que veíamos desde la revolución industrial", señaló a The New York Times.
En otras palabras, con laissez faire la tendencia natural es a la desigualdad. Por el contrario, la intervención de la historia, que afecta el rendimiento del capital y su inversión (guerras mundiales), y la del estado (redistribución) pueden torcer esta tendencia.
En su "Historia del siglo XX", el recientemente fallecido historiador Eric Hobsbawm aporta otro ángulo que lleva a la misma conclusión: “Una de las ironías del siglo XX fue que la Revolución de Octubre, que tenía como objeto la eliminación del capitalismo, terminó salvándolo al obligarlo a reformarse y planificar su economía con políticas redistributivas como el New Deal, escribía el historiador británico a principios de los 90.
Con la caída del Muro de Berlín, el capitalismo volvió a sus viejas raíces del laissez faire, hoy rebautizadas como neoliberalismo.

Críticas

El libro de Piketty ha sido criticado desde dos perspectivas.
Desde la derecha se ha reconocido la "extraordinaria maginitud de los datos acopiados y comparados", pero se ha disentido con la tesis principal y con la "pobreza" de los remedios propuestos.
El semanario The Economist sintetizó en su última edición las críticas.
"Muchos piensan que Piketty se equivoca al creer que el futuro será como el pasado, el siglo XXI como el XVIII y XIX. Otros agregan que, en realidad, es cada vez más difícil obtener una buena rentabilidad del capital invertido. Y además la mayoría de los super-ricos de hoy ha conseguido su riqueza gracias a su esfuerzo y no por herencia", señala el semanario.
Desde una perspectiva de centro izquierda, también se ha criticado a Piketty porque su tesis se mantendría dentro de los límites de la economía "neoclásica".
El autor de "Post Keynesian Economics: Debt, Distribution and the Macro Economy", el académico estadounidense Thomas I. Palley señala que esta limitación hace posible "cambiar algo para que no cambie nada", vieja técnica del gatopardismo.
"Piketty suministra una explicación de la creciente desigualdad en el marco neoclásico y centra el problema en la diferencia entre la rentabilidad del capital y el crecimiento. Este esquema neoclásico le hace enfocar el tema impositivo como el remedio sin prestar atención a las estructuras del poder económico", señala Palley.

¿Hay alternativas?

Adam Smith
El impacto de Piketty ha sido comparado con el que tuvo Adam Smith en el siglo XVIII.
En una cosa todos coinciden: la desigualdad ha crecido en las últimas tres décadas.
Segun The Economist hoy el 1% de la población tiene un 43% de los activos del mundo: el 10% más rico maneja el 83%.
El mensaje de Piketty es que esta situación va a continuar a menos que se pongan en marcha una serie de medidas progresistas globales como un impuesto del 80% a la riqueza (no solo al ingreso).
Más allá si este remedio forma parte del esquema neoclásico como critica Palley, dado el poder de lobby de los grandes capitales y, en muchos casos, su directo manejo de la cosa pública (la política económica de Barack Obama ha estado en manos de exbanqueros de Wall Street), resulta bastante improbable que se pueda llevar adelante.
El mismo Piketty no es particularmente optimista.
"Los niveles de desigualdad en Estados Unidos hoy son similares a los que había en Europa a comienzos del siglo XX. La historia nos enseña que este nivel de desigualdad no es positivo para el crecimiento económico o la democracia. La experiencia de Europa en el siglo XX no nos hace ser muy optimistas. Los sistemas democráticos no pudieron responder de manera pacífica y la situación solo se solucionó después de dos guerras mundiales y violentos conflictos sociales. Esperemos que esta vez sea diferente", señala Piketty.