Jose Carlos Mariategui 1930-2011
miércoles, 30 de julio de 2014
martes, 29 de julio de 2014
jueves, 24 de julio de 2014
Noticia: Las cinco tareas ambientales que el Presidente debería mencionar en su discurso
Noticia: Las cinco tareas ambientales que el Presidente debería mencionar en su discurso
Entrevistas con José de Echave
Publicado: hace 28 minutos
Las cinco tareas ambientales que el Presidente debería mencionar en su discurso
Entrevistas con José de Echave
(CooperAcción), Rolando Luque (Defensoría del Pueblo), Pedro Solano,
Carmen Heck y Lenin Valencia (de la SPDA)
Publicado: hace 28 minutos
Como cada año, este 28 de julio el presidente
Ollanta Humala ofrecerá un discurso donde detallará medidas relacionadas
a economía, inclusión social, educación, salud, empleo, seguridad
ciudadana y, desde luego, temas ambientales.
Para hacer un recuento de los temas ambientales que están en agenda, Actualidad
Ambiental conversó con especialistas como José De Echave
(CooperAcción), Rolando Luque (Defensoría del Pueblo), Pedro Solano,
Carmen Heck y Lenin Valencia (los tres, de la SPDA), quienes hicieron un balance de la gestión del Gobierno en el último año respecto a temas como: minería,
conflictos sociales, recursos marinos, legislación ambiental, consulta
previa y, también, se refirieron al paquete de medidas del Gobierno para
reactivar la economía, también conocido como #Paquetazo.
1. GESTIÓN AMBIENTAL
“El
Presidente debería dar un respaldo a la legislación ambiental. Para
ello se debe fortalecer la institucionalidad. Eso tiene que ver con lo
que él pidió cuando estuvo de visita en Alemania: más responsabilidad
por parte de las empresas que vienen al Perú”, explicó Pedro Solano, director ejecutivo de la Sociedad Peruana de Derecho Ambiental (SPDA).
Solano se refirió también a las “medidas para reactivar la economía” aprobadas recientemente. Hizo
hincapié en la aprobación de las zonas reservadas, que ya no serán de
competencia única del Ministerio del Ambiente (Minam), sino que incluirá
a varios sectores. Por ello, sugirió que urge la aprobación de la zona
reservada del Pacífico Tropical, en el norte del país.
“Si quieren que las áreas reservadas se aprueben por decreto supremo, que la saquen de una vez“, remarcó.
Por otro lado, para combatir el cambio climático, Pedro Solano insiste en la necesidad de reducir el uso de los combustibles.
“Si queremos gestionar el cambio climático de forma inteligente, es necesario promocionar unas energías renovables”, refirió.
Por su parte, Rolando Luque, Adjunto para la Prevención de
Conflictos Sociales y Gobernabilidad de la Defensoría del Pueblo,
insiste que para hacer frente a este fenómeno mundial hace falta “crear
un plan de prevención y de contingencia”. Finalmente, agregó el abogado
de la SPDA, el manejo de residuos debe ser otra tarea importante. “Es una lastima que en el Perú falten rellenos sanitarios”, añadió.
2. MINERÍA
En el tema de la minería, José De Echave opina que el denominado #PaquetazoAmbiental generará un impacto importante en el sector.
“Para la minería era fundamental que el Organismo de
Evaluación y Ambiental (OEFA) se fortalezca. Eso está en retroceso. No
esperamos anuncios que modifiquen esa situación. Más bien, tenemos
el temor de que se anuncien más medidas económicas que terminen por
consolidar un proceso que busca debilitar la institución ambiental”, indicó De Echave.
“Nuestra visión es que este paquete va agudizar los conflictos”,
añadió. Sin embargo, en el tema de la minería informal, el especialista
reconoce los adelantos del Gobierno. “Hay que reconocer un conjunto de
iniciativas. Pero, es
necesario que la institucionalidad en las regiones sea efectiva. Los
mineros que se han formalizado hasta ahora son muy pocos”, apuntó.
En este punto, Lenin Valencia, investigador del Programa de
Ciudadanía y Asuntos Socioambientales de la SPDA y autor del reciente
libro publicado Madre de Dios: ¿Podemos evitar la tragedia?, indicó que el
Gobierno debería hacer un balance del proceso de formalización. “Se
debería mostrar cuántos mineros están formalizados y cuántos están en
proceso. Asimismo, lanzar políticas de desarrollo social como
alternativa a la minería es una necesidad. Básicamente, se debería
mostrar qué se hizo y qué se va hacer”, concluyó.
3. GESTIÓN DE CONFLICTOS
Actualmente, según el último informe de la Defensoría del Pueblo del mes de junio 2014, de los 214 conflictos sociales que se han registrado, 135 son de carácter socioambiental. Estos tienen que ver con la minería (48 casos) pero también con hidrocarburos, energía, tala de madera ilegal, entre otros.
“Existen 18 conflictos que vienen del incumplimiento de los
compromisos que las mineras suscribieron con las comunidades. Sería
relativamente sencillo resolver estos casos si hubiera una voluntad de
reunirse con las comunidades y volver a tender esos compromisos que se
tomaron“, explica Rolando Luque, Adjunto para la Prevención de
Conflictos Sociales y Gobernabilidad de la Defensoría del Pueblo.
Sobre el mismo tema, De Echave, haciendo referencia al reciente informe publicado del Observatorio de los Conflictos mineros, añadió: “Hay que reconocer que el número de conflictos mineros, en los últimos años, han bajado y su intensidad también”.
“En épocas
de elecciones, los conflitos tienden a electoralizarse. No solamente los
candidatos ven allí una oportunidad, sino también las empresas que
buscan tener candidatos más amigables a sus intereses”, indicó.
Para De Echave, “los
conflictos son como luces rojas que nos dicen que algo no está
funcionando bien en el país. Por ello, creemos que es sumamente
importante generar equilibrios sociales, ambientales y económicos”.
Por su parte, Rolando Luque insiste en la necesidad de que el
ordenamiento territorial es un tema vital para el país. “No se trata de
congelar el mapa y decir en esta región solo se hace minería y en esta
otra solo turismo. Es hacer predecible las actividades económicas,
siempre dentro de unos márgenes de flexibilidad. Actualizar las
informaciones para conocer las necesidades de las poblaciones”, remarcó.
4. PESCA
Carmen Heck, directora del Programa de Ciudadanía y
Asuntos Socioambientales de SPDA, insistió en la necesidad de que el
gobierno demuestre su compromiso con la conservación en la pesquería.
“En esta
época del fenómeno El Niño, se sabe que la anchoveta, principal recurso
pesquero del país, se acerca a la zona costera. El sector privado ya
está presionando al gobierno para flexibilizar algunas normas como las
zonas reservadas para la pesca artesanal“, explicó. La abogada agregó que el gobierno debe proteger a los pescadores artesanales.
“Si estas empresas pescan, en estas zonas (las destinadas a los
artesanales), van a extraer no solo anchoveta sino también otros
recursos necesarios para la pesquería artesanal“.
Sobre este tema, puedes ver nuestro especial sobre la pesca de anchoveta en Ancón.
5. CONSULTA PREVIA
Rolando Luque reconoció que la aprobación de esta ley
era un avance puesto que el Perú ya se enmarca dentro de los compromisos
internacionales.
“Todavía existen dificultades en su ejercicio de este derecho a
la consulta previa porque no se logra comprender que la consulta previa
es un mecanismo de inclusión social y política. Millones de peruanos van a tener la posibilidad de influir en la toma de decisiones”.
Además, el especialista añadió que gracias a este
procedimiento establecido por la ley, “las demandas se canalizan. Es una
medida preventiva a los conflictos”.
Ollanta Humala ofrecerá un discurso donde detallará medidas relacionadas
a economía, inclusión social, educación, salud, empleo, seguridad
ciudadana y, desde luego, temas ambientales.
Para hacer un recuento de los temas ambientales que están en agenda, Actualidad
Ambiental conversó con especialistas como José De Echave
(CooperAcción), Rolando Luque (Defensoría del Pueblo), Pedro Solano,
Carmen Heck y Lenin Valencia (los tres, de la SPDA), quienes hicieron un balance de la gestión del Gobierno en el último año respecto a temas como: minería,
conflictos sociales, recursos marinos, legislación ambiental, consulta
previa y, también, se refirieron al paquete de medidas del Gobierno para
reactivar la economía, también conocido como #Paquetazo.
1. GESTIÓN AMBIENTAL
“El
Presidente debería dar un respaldo a la legislación ambiental. Para
ello se debe fortalecer la institucionalidad. Eso tiene que ver con lo
que él pidió cuando estuvo de visita en Alemania: más responsabilidad
por parte de las empresas que vienen al Perú”, explicó Pedro Solano, director ejecutivo de la Sociedad Peruana de Derecho Ambiental (SPDA).
Solano se refirió también a las “medidas para reactivar la economía” aprobadas recientemente. Hizo
hincapié en la aprobación de las zonas reservadas, que ya no serán de
competencia única del Ministerio del Ambiente (Minam), sino que incluirá
a varios sectores. Por ello, sugirió que urge la aprobación de la zona
reservada del Pacífico Tropical, en el norte del país.
“Si quieren que las áreas reservadas se aprueben por decreto supremo, que la saquen de una vez“, remarcó.
Por otro lado, para combatir el cambio climático, Pedro Solano insiste en la necesidad de reducir el uso de los combustibles.
“Si queremos gestionar el cambio climático de forma inteligente, es necesario promocionar unas energías renovables”, refirió.
Por su parte, Rolando Luque, Adjunto para la Prevención de
Conflictos Sociales y Gobernabilidad de la Defensoría del Pueblo,
insiste que para hacer frente a este fenómeno mundial hace falta “crear
un plan de prevención y de contingencia”. Finalmente, agregó el abogado
de la SPDA, el manejo de residuos debe ser otra tarea importante. “Es una lastima que en el Perú falten rellenos sanitarios”, añadió.
2. MINERÍA
En el tema de la minería, José De Echave opina que el denominado #PaquetazoAmbiental generará un impacto importante en el sector.
“Para la minería era fundamental que el Organismo de
Evaluación y Ambiental (OEFA) se fortalezca. Eso está en retroceso. No
esperamos anuncios que modifiquen esa situación. Más bien, tenemos
el temor de que se anuncien más medidas económicas que terminen por
consolidar un proceso que busca debilitar la institución ambiental”, indicó De Echave.
“Nuestra visión es que este paquete va agudizar los conflictos”,
añadió. Sin embargo, en el tema de la minería informal, el especialista
reconoce los adelantos del Gobierno. “Hay que reconocer un conjunto de
iniciativas. Pero, es
necesario que la institucionalidad en las regiones sea efectiva. Los
mineros que se han formalizado hasta ahora son muy pocos”, apuntó.
En este punto, Lenin Valencia, investigador del Programa de
Ciudadanía y Asuntos Socioambientales de la SPDA y autor del reciente
libro publicado Madre de Dios: ¿Podemos evitar la tragedia?, indicó que el
Gobierno debería hacer un balance del proceso de formalización. “Se
debería mostrar cuántos mineros están formalizados y cuántos están en
proceso. Asimismo, lanzar políticas de desarrollo social como
alternativa a la minería es una necesidad. Básicamente, se debería
mostrar qué se hizo y qué se va hacer”, concluyó.
3. GESTIÓN DE CONFLICTOS
Actualmente, según el último informe de la Defensoría del Pueblo del mes de junio 2014, de los 214 conflictos sociales que se han registrado, 135 son de carácter socioambiental. Estos tienen que ver con la minería (48 casos) pero también con hidrocarburos, energía, tala de madera ilegal, entre otros.
“Existen 18 conflictos que vienen del incumplimiento de los
compromisos que las mineras suscribieron con las comunidades. Sería
relativamente sencillo resolver estos casos si hubiera una voluntad de
reunirse con las comunidades y volver a tender esos compromisos que se
tomaron“, explica Rolando Luque, Adjunto para la Prevención de
Conflictos Sociales y Gobernabilidad de la Defensoría del Pueblo.
Sobre el mismo tema, De Echave, haciendo referencia al reciente informe publicado del Observatorio de los Conflictos mineros, añadió: “Hay que reconocer que el número de conflictos mineros, en los últimos años, han bajado y su intensidad también”.
“En épocas
de elecciones, los conflitos tienden a electoralizarse. No solamente los
candidatos ven allí una oportunidad, sino también las empresas que
buscan tener candidatos más amigables a sus intereses”, indicó.
Para De Echave, “los
conflictos son como luces rojas que nos dicen que algo no está
funcionando bien en el país. Por ello, creemos que es sumamente
importante generar equilibrios sociales, ambientales y económicos”.
Por su parte, Rolando Luque insiste en la necesidad de que el
ordenamiento territorial es un tema vital para el país. “No se trata de
congelar el mapa y decir en esta región solo se hace minería y en esta
otra solo turismo. Es hacer predecible las actividades económicas,
siempre dentro de unos márgenes de flexibilidad. Actualizar las
informaciones para conocer las necesidades de las poblaciones”, remarcó.
4. PESCA
Carmen Heck, directora del Programa de Ciudadanía y
Asuntos Socioambientales de SPDA, insistió en la necesidad de que el
gobierno demuestre su compromiso con la conservación en la pesquería.
“En esta
época del fenómeno El Niño, se sabe que la anchoveta, principal recurso
pesquero del país, se acerca a la zona costera. El sector privado ya
está presionando al gobierno para flexibilizar algunas normas como las
zonas reservadas para la pesca artesanal“, explicó. La abogada agregó que el gobierno debe proteger a los pescadores artesanales.
“Si estas empresas pescan, en estas zonas (las destinadas a los
artesanales), van a extraer no solo anchoveta sino también otros
recursos necesarios para la pesquería artesanal“.
Sobre este tema, puedes ver nuestro especial sobre la pesca de anchoveta en Ancón.
5. CONSULTA PREVIA
Rolando Luque reconoció que la aprobación de esta ley
era un avance puesto que el Perú ya se enmarca dentro de los compromisos
internacionales.
“Todavía existen dificultades en su ejercicio de este derecho a
la consulta previa porque no se logra comprender que la consulta previa
es un mecanismo de inclusión social y política. Millones de peruanos van a tener la posibilidad de influir en la toma de decisiones”.
Además, el especialista añadió que gracias a este
procedimiento establecido por la ley, “las demandas se canalizan. Es una
medida preventiva a los conflictos”.
miércoles, 23 de julio de 2014
Crisis en Gaza. La escalada del conflicto en Gaza e Israel está teniendo consecuencias devastadoras para la población civil | Oxfam Intermón | ONG que trabaja para erradicar la pobreza y la injusticia
Crisis en Gaza. La escalada del conflicto en Gaza e Israel está teniendo consecuencias devastadoras para la población civil | Oxfam Intermón | ONG que trabaja para erradicar la pobreza y la injusticia
Crisis en Gaza
La escalada violencia en la Franja de Gaza está teniendo consecuencias devastadoras para la población civil.
Ya se han producido más de 600 muertos y cerca de 3.000 heridos. Cerca
del 75% de ellos eran civiles. Un cuarta parte de las víctimas son niños
y niñas. Desde la noche del jueves y el inicio de la ofensiva
terrestre, un niño está muriendo aproximadamente cada hora.
Ya se han producido más de 600 muertos y cerca de 3.000 heridos. Cerca
del 75% de ellos eran civiles. Un cuarta parte de las víctimas son niños
y niñas. Desde la noche del jueves y el inicio de la ofensiva
terrestre, un niño está muriendo aproximadamente cada hora.
Tras siete años de bloqueo, 1,7 millones de
palestinos y palestinas continúan atrapados en la Franja de Gaza,
aislados, en su mayor parte, del mundo exterior, lo que ha devastado la
economía, ya que se ha restringido tanto la entrada y salida de
personas como de bienes. El reciente aumento de la violencia está
intensificando el sufrimiento humano. La gran mayoría de las víctimas
mortales en Gaza son civiles y las infraestructuras han sufrido graves
daños.
palestinos y palestinas continúan atrapados en la Franja de Gaza,
aislados, en su mayor parte, del mundo exterior, lo que ha devastado la
economía, ya que se ha restringido tanto la entrada y salida de
personas como de bienes. El reciente aumento de la violencia está
intensificando el sufrimiento humano. La gran mayoría de las víctimas
mortales en Gaza son civiles y las infraestructuras han sufrido graves
daños.
- Más de 120.000 personas han huido de sus hogares,
pero las fronteras están cerradas y la gente no tiene ningún lugar
seguro para ir. La mayoría están refugiadas en más de 80 escuelas de
toda Gaza - El 50% de las plantas potabilizadoras de agua y de centros de tratamiento de aguas residuales ya no están funcionando
- Cerca de 1,2 millones de personas - dos tercios de la población de Gaza - no tienen o tienen un acceso muy limitado a los servicios de agua y saneamiento
- El 80% de las familias están ahora recibiendo un promedio de 4 horas de electricidad al día. Algunas áreas tan solo sólo 2 horas.
- 90 escuelas y 19 centros de salud han sido dañados por los bombardeos
- Más de 60 barcos de pesca han sido destruidos, afectando el sustento de 3.600 pescadores. 17 explotaciones ganaderas y numerosas granjas también han suido destruidas
- Más de 135.000 personas necesitan alimentos. La mitad de las panaderías de Gaza no están funcionando y se prevé que sólo puedan hacerlo una semana más.
Buscar la paz matando niños - La Marea
Buscar la paz matando niños - La Marea
“Israel tiene derecho a defenderse”, dice Occidente para
justificar los ataques del Ejército de Israel sobre la Franja de Gaza.
El asesinato de medio millar de civiles, muchos de ellos niños, es
considerado una ‘acción defensiva’. Si de verdad los gobernantes
de Israel estuvieran preocupados por el futuro de su Estado y la
integridad de sus ciudadanos, no estarían sembrando con tanto celo en
ambas comunidades la semilla de futuros e interminables episodios de
violencia. ¿Qué estrategia a medio y largo plazo justifica la
oleada de odio y destrucción que está protagonizando el Gobierno de
Israel? ¿Qué futuro para la zona están planificando? Cada asesinato de
un palestino inocula el odio perpetuo en sus familiares, amigos y
conocidos, y el Gobierno de Israel sabe eso perfectamente.
El Gobierno de Israel fomenta con cada bomba la conversión al
islamismo radical de los ciudadanos palestinos moderados (todavía muchos
de ellos, milagrosamente, laicos y demócratas). Hamás le hace el juego a Tel-Aviv con una sorprendente falta de inteligencia. Esta dialéctica de las bombas sólo beneficia a los intereses de una casta: los que mandan en uno y otro lado.
Hablar de Israel siempre es un ejercicio arriesgado, porque su
Gobierno y sus influyentes grupos de presión mezclan interesadamente los
conceptos. Antisemitismo, sionismo, antisionismo… Pero
antisemita es el Gobierno de Israel, porque matar civiles viola los
preceptos del judaísmo, como violan los preceptos del islam los
atentados terroristas. Que nadie vea equidistancia en mis
palabras: que estén equivocados por igual los que recurren a la
violencia en uno y otro lado no quiere decir que sus acciones sean
equivalentes. Israel cuenta con uno de los Ejércitos más poderosos del
mundo, mientras que la Franja de Gaza es un gueto, como el de Varsovia, que apenas ocupa 360 km cuadrados y en el que las condiciones de vida son tercermundistas.
Antisemita es el Gobierno de Israel, porque está cebando con sus
acciones el odio a una religión, la judía, que merece el mismo respeto
que todas las religiones cuando no caen en el fanatismo. Estremecen las
imágenes de escolares israelíes pintando mensajes en los misiles que
minutos después lanzará el Ejército sobre la población civil de Gaza.
Repito, ¿qué clase de futuro, de perspectivas, de esperanzas,
está construyendo el Gobierno de Israel para esa región del mundo? ¿Qué
alternativas está dejando a la población de Gaza? La lógica de las acciones del Gobierno de Israel sólo responde a un pensamiento psicópata.
Cuando el Estado de Israel se creó (con la arbitrariedad de fijarse
sobre una zona habitada por los palestinos), sus fundamentos eran la
democracia y el laicismo. De hecho había (y todavía hay) judíos
ultraortodoxos que siempre han renegado del Estado de Israel. Consideran
que el rasgo esencial del judío es no tener patria (hasta que un nuevo
Mesías les indique cuál es esa patria) y ven el Estado de Israel como
una herejía laica. De hecho, muchos judíos se oponen todavía a
la Constitución israelí porque piensan que la ley suprema no puede ser
producto de los hombres, sino de Dios.
Sin embargo el Gobierno de Israel ha abrazado una versión interesada del judaísmo, la ha mezclado con enormes dosis de nacionalismo y populismo y ha conseguido despistar a mucha gente. El Gobierno de Israel aspira a crear una teocracia,
un Estado confesional que, en realidad y con la excusa de la religión,
sólo pretende satisfacer las íntimas motivaciones racistas y clasistas
de la élite gobernante. Una élite de extrema derecha.
Si la seguridad de sus ciudadanos fuese la prioridad del Gobierno de
Israel y también lo fuese la del Gobierno de Hamás en Gaza, ambos
estarían creando las condiciones de posibilidad de una convivencia en
paz. Lograr una Palestina pacífica no es posible matando niños,
alimentando el odio y ejercitando el agravio, la arbitrariedad, la
omnipotencia y el racismo. La paz no llegará dando argumentos a los
fundamentalistas musulmanes, sino mejorando la calidad de vida
en Gaza (agua, infraestructuras, hospitales, escuelas), potenciando y
estimulando a la sociedad civil, creando un auténtico contrapeso a los
fundamentalistas musulmanes.
Que las llamadas democracias occidentales no son tan democráticas se
muestra una vez más en su indignante comprensión hacia las agresiones
del Gobierno israelí. ¿A qué otro Estado del mundo se le
permitiría matar a civiles indiscriminadamente? ¿Cuánto tardarían
Estados Unidos y sus aliados en enviar tropas a la zona, decretar un
embargo y sanciones comerciales si en vez de Israel se tratara de otro
país? Hoy en día la actitud del Gobierno de Israel es más
peligrosa para los supuestos valores de la democracia occidental
(libertad, igualdad, fraternidad), y para la seguridad de todos, que
ninguna otra amenaza terrorista. Por eso la actitud contemporizadora de
los países occidentales, al margen de ser indignante y vergonzosa, es
profundamente irresponsable.
Yo creo, como muchos ciudadanos israelíes, que el Estado de Israel sólo tiene sentido si se comporta como un Estado democrático.
Un Estado que no asesina a civiles, un Estado que no ‘ejecuta’ a
sospechosos sin juicio ni garantías procesales, un Estado que no
discrimina a los que profesan otra religión. Un Estado abierto,
integrador, que gestionara el terrorismo con inteligencia y siempre
ciñéndose a los principios democráticos. Un Estado que dé la mano a sus
vecinos y los ayude a su vez a construir un Estado palestino
democrático, abierto e integrador, donde el fundamentalismo musulmán no
tenga cabida. Israel podría ser un catalizador democrático en la
zona, de la mano de los ciudadanos laicos y demócratas de Palestina:
podría desincentivar y deslegitimar al fundamentalismo musulmán,
pero esos no son los planes de la casta de extrema derecha,
fundamentalista y nacionalista, que gobierna en Tel-Aviv. Ya se sabe,
del diablo vive dios.
Buscar la paz matando niños
22 de julio de 2014
13:40
13:40
justificar los ataques del Ejército de Israel sobre la Franja de Gaza.
El asesinato de medio millar de civiles, muchos de ellos niños, es
considerado una ‘acción defensiva’. Si de verdad los gobernantes
de Israel estuvieran preocupados por el futuro de su Estado y la
integridad de sus ciudadanos, no estarían sembrando con tanto celo en
ambas comunidades la semilla de futuros e interminables episodios de
violencia. ¿Qué estrategia a medio y largo plazo justifica la
oleada de odio y destrucción que está protagonizando el Gobierno de
Israel? ¿Qué futuro para la zona están planificando? Cada asesinato de
un palestino inocula el odio perpetuo en sus familiares, amigos y
conocidos, y el Gobierno de Israel sabe eso perfectamente.
El Gobierno de Israel fomenta con cada bomba la conversión al
islamismo radical de los ciudadanos palestinos moderados (todavía muchos
de ellos, milagrosamente, laicos y demócratas). Hamás le hace el juego a Tel-Aviv con una sorprendente falta de inteligencia. Esta dialéctica de las bombas sólo beneficia a los intereses de una casta: los que mandan en uno y otro lado.
Hablar de Israel siempre es un ejercicio arriesgado, porque su
Gobierno y sus influyentes grupos de presión mezclan interesadamente los
conceptos. Antisemitismo, sionismo, antisionismo… Pero
antisemita es el Gobierno de Israel, porque matar civiles viola los
preceptos del judaísmo, como violan los preceptos del islam los
atentados terroristas. Que nadie vea equidistancia en mis
palabras: que estén equivocados por igual los que recurren a la
violencia en uno y otro lado no quiere decir que sus acciones sean
equivalentes. Israel cuenta con uno de los Ejércitos más poderosos del
mundo, mientras que la Franja de Gaza es un gueto, como el de Varsovia, que apenas ocupa 360 km cuadrados y en el que las condiciones de vida son tercermundistas.
Antisemita es el Gobierno de Israel, porque está cebando con sus
acciones el odio a una religión, la judía, que merece el mismo respeto
que todas las religiones cuando no caen en el fanatismo. Estremecen las
imágenes de escolares israelíes pintando mensajes en los misiles que
minutos después lanzará el Ejército sobre la población civil de Gaza.
Repito, ¿qué clase de futuro, de perspectivas, de esperanzas,
está construyendo el Gobierno de Israel para esa región del mundo? ¿Qué
alternativas está dejando a la población de Gaza? La lógica de las acciones del Gobierno de Israel sólo responde a un pensamiento psicópata.
Cuando el Estado de Israel se creó (con la arbitrariedad de fijarse
sobre una zona habitada por los palestinos), sus fundamentos eran la
democracia y el laicismo. De hecho había (y todavía hay) judíos
ultraortodoxos que siempre han renegado del Estado de Israel. Consideran
que el rasgo esencial del judío es no tener patria (hasta que un nuevo
Mesías les indique cuál es esa patria) y ven el Estado de Israel como
una herejía laica. De hecho, muchos judíos se oponen todavía a
la Constitución israelí porque piensan que la ley suprema no puede ser
producto de los hombres, sino de Dios.
Sin embargo el Gobierno de Israel ha abrazado una versión interesada del judaísmo, la ha mezclado con enormes dosis de nacionalismo y populismo y ha conseguido despistar a mucha gente. El Gobierno de Israel aspira a crear una teocracia,
un Estado confesional que, en realidad y con la excusa de la religión,
sólo pretende satisfacer las íntimas motivaciones racistas y clasistas
de la élite gobernante. Una élite de extrema derecha.
Si la seguridad de sus ciudadanos fuese la prioridad del Gobierno de
Israel y también lo fuese la del Gobierno de Hamás en Gaza, ambos
estarían creando las condiciones de posibilidad de una convivencia en
paz. Lograr una Palestina pacífica no es posible matando niños,
alimentando el odio y ejercitando el agravio, la arbitrariedad, la
omnipotencia y el racismo. La paz no llegará dando argumentos a los
fundamentalistas musulmanes, sino mejorando la calidad de vida
en Gaza (agua, infraestructuras, hospitales, escuelas), potenciando y
estimulando a la sociedad civil, creando un auténtico contrapeso a los
fundamentalistas musulmanes.
Que las llamadas democracias occidentales no son tan democráticas se
muestra una vez más en su indignante comprensión hacia las agresiones
del Gobierno israelí. ¿A qué otro Estado del mundo se le
permitiría matar a civiles indiscriminadamente? ¿Cuánto tardarían
Estados Unidos y sus aliados en enviar tropas a la zona, decretar un
embargo y sanciones comerciales si en vez de Israel se tratara de otro
país? Hoy en día la actitud del Gobierno de Israel es más
peligrosa para los supuestos valores de la democracia occidental
(libertad, igualdad, fraternidad), y para la seguridad de todos, que
ninguna otra amenaza terrorista. Por eso la actitud contemporizadora de
los países occidentales, al margen de ser indignante y vergonzosa, es
profundamente irresponsable.
Yo creo, como muchos ciudadanos israelíes, que el Estado de Israel sólo tiene sentido si se comporta como un Estado democrático.
Un Estado que no asesina a civiles, un Estado que no ‘ejecuta’ a
sospechosos sin juicio ni garantías procesales, un Estado que no
discrimina a los que profesan otra religión. Un Estado abierto,
integrador, que gestionara el terrorismo con inteligencia y siempre
ciñéndose a los principios democráticos. Un Estado que dé la mano a sus
vecinos y los ayude a su vez a construir un Estado palestino
democrático, abierto e integrador, donde el fundamentalismo musulmán no
tenga cabida. Israel podría ser un catalizador democrático en la
zona, de la mano de los ciudadanos laicos y demócratas de Palestina:
podría desincentivar y deslegitimar al fundamentalismo musulmán,
pero esos no son los planes de la casta de extrema derecha,
fundamentalista y nacionalista, que gobierna en Tel-Aviv. Ya se sabe,
del diablo vive dios.
lunes, 21 de julio de 2014
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