Su carácter fuerte y luchador se forjó desde muy niña, cuando según
sus propias palabras, se interesó al igual que su padre y su hermano
mayor, por las reivindicaciones sociales que hacía el sacerdote Salomón
Bolo Hidalgo en favor de los sectores pobres del país. Ingresó al
Partido Comunista del Perú (PC del P)-Patria Roja a los 12 años de edad.
Es un ejemplo vivo de lucha desinteresada por sus ideales, a los
cuales nunca ha traicionado y más bien los ha defendido con un activismo
que para sus 72 años, sería la envidia de cualquier joven.
Evelia Sánchez Avendaño
, nació en la provincia de
Chota, en la región de Cajamarca, el 25 de noviembre de 1943. Es la
octava de 13 hermanos. En el magisterio es conocida cariñosamente como
“La Gringa”, por su tez colorada y sus ojos claros.
“La vocación de ser maestra me nació desde que tenía diez años de
edad. Me encantaban los niños y enseñarles a leer y escribir. Esa
vocación se une también con mi pasión, que es la política. Precisamente
por los ideales de izquierda y de justicia social que siempre reclamé,
sufrí hasta 25 detenciones por parte de la Policía a lo largo de
marchas, paralizaciones y huelgas que el Sindicato Unificado de
Trabajadores en la Educación del Perú (Sutep) organizaba”, dice Evelia.
Ella estudio en el Instituto Pedagógico en su natal Chota el año
1968, y se inició como profesora en la alejada región de Madre de Dios,
luego pasó a Puno, Cusco y La Libertad. Dio 37 años de su vida a la
educación. Se enorgullece de haber recorrido el país y no le pesa que la
enviaran lejos de su familia, porque eso le fortaleció el espíritu ante
las muchas detenciones que padeció.
“¡NO TE QUIEBRES!”
Justamente, el 2011, la Policía allanó su domicilio acusándola de
terrorista. “Me mostraron una resolución en donde se decía que la paz
nacional e internacional peligraba. Entonces yo les respondí: ‘¿Así es
que ahora soy Osama Bin Laden?’”. En esa oportunidad la llevaron al
Complejo Policial de San Andrés para interrogarla. La maestra no
comprendía por qué le daban el calificativo de “terrorista” solo por
reclamar justicia social.
Evelia Sánchez logró comunicarse con el líder de Patria Roja, Rolando
Breña Pantoja, quien la tranquilizó y le dijo: “¡Gringa, no te
quiebres!”. Asistió al interrogatorio acompañada de sus abogados, entre
los que se encontraba su hermano Lucio. Le preguntaban dónde estaban los
focos terroristas y el centro de subversión del Sutep. “A todo eso
respondí negativamente, que el Sutep no era grupo terrorista. Yo soy
profesora y amo a la humanidad”. Las autoridades al no hallar nada en su
contra, le pidieron disculpas y la dejaron libre.
- ¿Qué opina usted de Sendero Luminoso (SL) y el Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA)?.
“Yo pienso que estuvieron equivocados, porque con sus acciones
prácticamente arrinconaron a la izquierda. Desde ahí, la izquierda no ha
podido levantarse, no ha podido unirse. Nos hicieron mucho daño. Por SL
y MRTA a cualquier izquierdista lo sindicaban de terrorista”,
respondió.
Años atrás el alcalde de Trujillo, José Murgia Zannier, la premió como
“La mujer más luchadora del siglo XX”. Luego hizo lo mismo el ex
presidente regional de La Libertad, Homero Burgos, con la medalla de
Chan Chan.
Huelga de 1979 fue la más dura
Uno de los recuerdos más vivos en la lucha sindical es la huelga de
cuatro meses que acató el Sutep en 1979. “Fue una paralización que casi
nos costó la vida. Ahí supimos lo que era cuatro meses de huelga, y
tomar hierba luisa sin pan y sin azúcar. Durante nuestra medida de
fuerza que duró 120 días hacíamos olla común”, refiere la sindicalista.
Wilson Aranda Roncal
Trujillo
sus propias palabras, se interesó al igual que su padre y su hermano
mayor, por las reivindicaciones sociales que hacía el sacerdote Salomón
Bolo Hidalgo en favor de los sectores pobres del país. Ingresó al
Partido Comunista del Perú (PC del P)-Patria Roja a los 12 años de edad.
Es un ejemplo vivo de lucha desinteresada por sus ideales, a los
cuales nunca ha traicionado y más bien los ha defendido con un activismo
que para sus 72 años, sería la envidia de cualquier joven.
Evelia Sánchez Avendaño
, nació en la provincia de Chota, en la región de Cajamarca, el 25 de noviembre de 1943. Es la
octava de 13 hermanos. En el magisterio es conocida cariñosamente como
“La Gringa”, por su tez colorada y sus ojos claros.
“La vocación de ser maestra me nació desde que tenía diez años de
edad. Me encantaban los niños y enseñarles a leer y escribir. Esa
vocación se une también con mi pasión, que es la política. Precisamente
por los ideales de izquierda y de justicia social que siempre reclamé,
sufrí hasta 25 detenciones por parte de la Policía a lo largo de
marchas, paralizaciones y huelgas que el Sindicato Unificado de
Trabajadores en la Educación del Perú (Sutep) organizaba”, dice Evelia.
Ella estudio en el Instituto Pedagógico en su natal Chota el año
1968, y se inició como profesora en la alejada región de Madre de Dios,
luego pasó a Puno, Cusco y La Libertad. Dio 37 años de su vida a la
educación. Se enorgullece de haber recorrido el país y no le pesa que la
enviaran lejos de su familia, porque eso le fortaleció el espíritu ante
las muchas detenciones que padeció.
“¡NO TE QUIEBRES!”
Justamente, el 2011, la Policía allanó su domicilio acusándola de
terrorista. “Me mostraron una resolución en donde se decía que la paz
nacional e internacional peligraba. Entonces yo les respondí: ‘¿Así es
que ahora soy Osama Bin Laden?’”. En esa oportunidad la llevaron al
Complejo Policial de San Andrés para interrogarla. La maestra no
comprendía por qué le daban el calificativo de “terrorista” solo por
reclamar justicia social.
Evelia Sánchez logró comunicarse con el líder de Patria Roja, Rolando
Breña Pantoja, quien la tranquilizó y le dijo: “¡Gringa, no te
quiebres!”. Asistió al interrogatorio acompañada de sus abogados, entre
los que se encontraba su hermano Lucio. Le preguntaban dónde estaban los
focos terroristas y el centro de subversión del Sutep. “A todo eso
respondí negativamente, que el Sutep no era grupo terrorista. Yo soy
profesora y amo a la humanidad”. Las autoridades al no hallar nada en su
contra, le pidieron disculpas y la dejaron libre.
- ¿Qué opina usted de Sendero Luminoso (SL) y el Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA)?.
“Yo pienso que estuvieron equivocados, porque con sus acciones
prácticamente arrinconaron a la izquierda. Desde ahí, la izquierda no ha
podido levantarse, no ha podido unirse. Nos hicieron mucho daño. Por SL
y MRTA a cualquier izquierdista lo sindicaban de terrorista”,
respondió.
Años atrás el alcalde de Trujillo, José Murgia Zannier, la premió como
“La mujer más luchadora del siglo XX”. Luego hizo lo mismo el ex
presidente regional de La Libertad, Homero Burgos, con la medalla de
Chan Chan.
Huelga de 1979 fue la más dura
Uno de los recuerdos más vivos en la lucha sindical es la huelga de
cuatro meses que acató el Sutep en 1979. “Fue una paralización que casi
nos costó la vida. Ahí supimos lo que era cuatro meses de huelga, y
tomar hierba luisa sin pan y sin azúcar. Durante nuestra medida de
fuerza que duró 120 días hacíamos olla común”, refiere la sindicalista.
Wilson Aranda Roncal
Trujillo
