Jose Carlos Mariategui 1930-2011

Jose Carlos Mariategui   1930-2011
SABEIS QUIEN ES MARIATEGUI ?, PUES BIEN , ES UNA NUEVA LUZ DE AMERICA , EL PROTOTIPO DEL NUEVO HOMBRE AMERICANO, HENRI BARBUSSE. Mausoleo en Lima Peru . Cementerio Presbitero Maestro.

miércoles, 23 de julio de 2014

Buscar la paz matando niños - La Marea

Buscar la paz matando niños - La Marea

Buscar la paz matando niños

<em>Buscar la paz matando niños</em>

22 de julio de 2014

13:40
“Israel tiene derecho a defenderse”, dice Occidente para
justificar los ataques del Ejército de Israel sobre la Franja de Gaza.
El asesinato de medio millar de civiles, muchos de ellos niños, es
considerado una ‘acción defensiva’. Si de verdad los gobernantes
de Israel estuvieran preocupados por el futuro de su Estado y la
integridad de sus ciudadanos, no estarían sembrando con tanto celo en
ambas comunidades la semilla de futuros e interminables episodios de
violencia.
¿Qué estrategia a medio y largo plazo justifica la
oleada de odio y destrucción que está protagonizando el Gobierno de
Israel? ¿Qué futuro para la zona están planificando? Cada asesinato de
un palestino inocula el odio perpetuo en sus familiares, amigos y
conocidos, y el Gobierno de Israel sabe eso perfectamente.


El Gobierno de Israel fomenta con cada bomba la conversión al
islamismo radical de los ciudadanos palestinos moderados (todavía muchos
de ellos, milagrosamente, laicos y demócratas). Hamás le hace el juego a Tel-Aviv con una sorprendente falta de inteligencia. Esta dialéctica de las bombas sólo beneficia a los intereses de una casta: los que mandan en uno y otro lado.


Hablar de Israel siempre es un ejercicio arriesgado, porque su
Gobierno y sus influyentes grupos de presión mezclan interesadamente los
conceptos. Antisemitismo, sionismo, antisionismo… Pero
antisemita es el Gobierno de Israel, porque matar civiles viola los
preceptos del judaísmo, como violan los preceptos del islam los
atentados terroristas.
Que nadie vea equidistancia en mis
palabras: que estén equivocados por igual los que recurren a la
violencia en uno y otro lado no quiere decir que sus acciones sean
equivalentes. Israel cuenta con uno de los Ejércitos más poderosos del
mundo, mientras que la Franja de Gaza es un gueto, como el de Varsovia, que apenas ocupa 360 km cuadrados y en el que las condiciones de vida son tercermundistas.


Antisemita es el Gobierno de Israel, porque está cebando con sus
acciones el odio a una religión, la judía, que merece el mismo respeto
que todas las religiones cuando no caen en el fanatismo. Estremecen las
imágenes de escolares israelíes pintando mensajes en los misiles que
minutos después lanzará el Ejército sobre la población civil de Gaza.
Repito, ¿qué clase de futuro, de perspectivas, de esperanzas,
está construyendo el Gobierno de Israel para esa región del mundo? ¿Qué
alternativas está dejando a la población de Gaza?
La lógica de las acciones del Gobierno de Israel sólo responde a un pensamiento psicópata.


Cuando el Estado de Israel se creó (con la arbitrariedad de fijarse
sobre una zona habitada por los palestinos), sus fundamentos eran la
democracia y el laicismo. De hecho había (y todavía hay) judíos
ultraortodoxos que siempre han renegado del Estado de Israel. Consideran
que el rasgo esencial del judío es no tener patria (hasta que un nuevo
Mesías les indique cuál es esa patria) y ven el Estado de Israel como
una herejía laica. De hecho, muchos judíos se oponen todavía a
la Constitución israelí porque piensan que la ley suprema no puede ser
producto de los hombres, sino de Dios.



Sin embargo el Gobierno de Israel ha abrazado una versión interesada del judaísmo, la ha mezclado con enormes dosis de nacionalismo y populismo y ha conseguido despistar a mucha gente. El Gobierno de Israel aspira a crear una teocracia,
un Estado confesional que, en realidad y con la excusa de la religión,
sólo pretende satisfacer las íntimas motivaciones racistas y clasistas
de la élite gobernante. Una élite de extrema derecha.


Si la seguridad de sus ciudadanos fuese la prioridad del Gobierno de
Israel y también lo fuese la del Gobierno de Hamás en Gaza, ambos
estarían creando las condiciones de posibilidad de una convivencia en
paz. Lograr una Palestina pacífica no es posible matando niños,
alimentando el odio y ejercitando el agravio, la arbitrariedad, la
omnipotencia y el racismo. La paz no llegará dando argumentos a los
fundamentalistas musulmanes
, sino mejorando la calidad de vida
en Gaza (agua, infraestructuras, hospitales, escuelas), potenciando y
estimulando a la sociedad civil, creando un auténtico contrapeso a los
fundamentalistas musulmanes.


Que las llamadas democracias occidentales no son tan democráticas se
muestra una vez más en su indignante comprensión hacia las agresiones
del Gobierno israelí. ¿A qué otro Estado del mundo se le
permitiría matar a civiles indiscriminadamente? ¿Cuánto tardarían
Estados Unidos y sus aliados en enviar tropas a la zona, decretar un
embargo y sanciones comerciales si en vez de Israel se tratara de otro
país?
Hoy en día la actitud del Gobierno de Israel es más
peligrosa para los supuestos valores de la democracia occidental
(libertad, igualdad, fraternidad), y para la seguridad de todos, que
ninguna otra amenaza terrorista. Por eso la actitud contemporizadora de
los países occidentales, al margen de ser indignante y vergonzosa, es
profundamente irresponsable.


Yo creo, como muchos ciudadanos israelíes, que el Estado de Israel sólo tiene sentido si se comporta como un Estado democrático.
Un Estado que no asesina a civiles, un Estado que no ‘ejecuta’ a
sospechosos sin juicio ni garantías procesales, un Estado que no
discrimina a los que profesan otra religión. Un Estado abierto,
integrador, que gestionara el terrorismo con inteligencia y siempre
ciñéndose a los principios democráticos. Un Estado que dé la mano a sus
vecinos y los ayude a su vez a construir un Estado palestino
democrático, abierto e integrador, donde el fundamentalismo musulmán no
tenga cabida. Israel podría ser un catalizador democrático en la
zona, de la mano de los ciudadanos laicos y demócratas de Palestina:
podría desincentivar y deslegitimar al fundamentalismo musulmán
,
pero esos no son los planes de la casta de extrema derecha,
fundamentalista y nacionalista, que gobierna en Tel-Aviv. Ya se sabe,
del diablo vive dios.

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