Jose Carlos Mariategui 1930-2011

Jose Carlos Mariategui   1930-2011
SABEIS QUIEN ES MARIATEGUI ?, PUES BIEN , ES UNA NUEVA LUZ DE AMERICA , EL PROTOTIPO DEL NUEVO HOMBRE AMERICANO, HENRI BARBUSSE. Mausoleo en Lima Peru . Cementerio Presbitero Maestro.

lunes, 29 de abril de 2013

La depresión Excel

La depresión Excel

Opinión |27 Abr 2013 - 11:00 pm

Paul Krugman

La depresión Excel

Por: Paul Krugman

En esta era de información, los errores en matemáticas pueden conducir al desastre. El orbitador Marte de la NASA chocó porque los ingenieros olvidaron hacer la conversión a mediciones métricas; la empresa conjunta London Whale, de JPMorgan Chase, salió mal, en parte, debido a que los creadores de modelos dividieron por una suma en vez de por un promedio. ¿De la misma manera un error de código de Excel destruyó las economías del mundo occidental?

Esta es la historia hasta ahora: al comienzo de 2010, dos economistas de Harvard, Carmen Reinhart y Kenneth Rogoff, hicieron circular un documento, “Crecimiento en tiempos de deuda”, que supuestamente identificaba un “umbral” crítico, un punto de quiebre, para el endeudamiento del gobierno. Una vez que la deuda excede el 90 por ciento del producto interno bruto, alegaron, el crecimiento económico cae marcadamente.
Reinhart y Rogoff tenían credibilidad gracias a un libro previo, ampliamente admirado, sobre la historia de las crisis financieras, y su sincronía fue impecable. El documento salió justo después de que Grecia cayera en crisis y aterrizó justo en el deseo de muchos funcionarios de “pivotear” del estímulo hacia la austeridad.
Debido a esto, este documento se volvió famoso instantáneamente; seguramente fue, y es, el análisis económico más influyente de años recientes.
De hecho, Reinhart y Rogoff alcanzaron rápidamente casi estatus sagrado entre guardianes autoproclamados de la responsabilidad fiscal; su alegato de un punto de quiebre no fue manejado como una hipótesis en discusión, sino como un hecho incuestionado.
Por ejemplo, un editorial del Washington Post advirtió, a comienzos de este año, que no debería darse un relajamiento en el frente del déficit, porque estábamos “peligrosamente cerca de la marca del 90 por ciento que los economistas consideran una amenaza para un crecimiento económico sustentable”. Noten la redacción: “economistas”, no “algunos economistas”, ya no digamos “algunos economistas, cuestionados vigorosamente por otros economistas con credenciales igualmente buenas”, lo cual era la realidad.
Porque la verdad es que Reinhart-Rogoff enfrentaron sustanciales críticas desde el comienzo y la polémica creció con el paso del tiempo. Tan pronto como el documento fue divulgado, muchos economistas destacaron que una correlación negativa entre deuda y desempeño económico no tiene que dar como resultado una alta deuda que ocasione lento crecimiento. Sencillamente podría, con la misma facilidad, ser al revés, con pobre desempeño económico conduciendo a alta deuda.
De hecho, ese es obviamente el caso para Japón, que se endeudó profundamente sólo después de que su crecimiento colapsó a comienzos de los 90.
Con el paso del tiempo surgió otro problema: otros investigadores, usando datos al parecer comparables sobre deuda y crecimiento, no pudieron replicar los resultados de Reinhart-Rogoff. Típicamente, ellos encontraron alguna correlación entre deuda alta y crecimiento lento, pero nada que pareciera un punto de quiebre o, de hecho, cualquier nivel particular de deuda.
Finalmente, Reinhart y Rogoff permitieron que investigadores en la Universidad de Massachusetts vieran su hoja de cálculo original, y se resolvió el misterio de lo irreproducible.
Primero, ellos omitieron algunos datos; segundo, usaron procedimientos estadísticos inusuales y altamente cuestionables; y finalmente, sí, cometieron un error de código en Excel.
Al corregir estas rarezas y errores se obtiene lo que otros investigadores han encontrado: cierta correlación entre deuda alta y crecimiento lento, sin indicación de cuál está causando cuál, pero ninguna señal de ese “umbral” del 90 por ciento.
En respuesta, Reinhart y Rogoff reconocieron el error de código en Excel, pero defendieron sus otras decisiones y alegaron que ellos nunca afirmaron que la deuda necesariamente causara crecimiento lento. Eso es un poco mañoso, ya que ellos repetidamente insinuaron esa proposición, incluso aun cuando evitaron decirlo directamente.
Pero, en cualquier caso, lo que realmente tiene importancia no es lo que se proponían decir, sino cómo se interpretó su trabajo: entusiastas de la austeridad proclamaron ese supuesto punto de quiebre del 90 por ciento como un hecho demostrado y una razón para abatir el gasto gubernamental, incluso en vista del masivo desempleo.
Así es que el fiasco Reinhart-Rogoff necesita ser visto en el contexto mayor de la manía por la austeridad: el deseo obviamente intenso de legisladores, políticos y expertos a lo largo del mundo occidental de darles la espalda a los desempleados y, más bien, usar la crisis económica como una excusa para abatir programas sociales.
Lo que el asunto Reinhart-Rogoff demuestra es el grado hasta el cual la austeridad se ha vendido con argumentos falsos. Durante tres años, el giro a la austeridad ha sido presentado no como una decisión, sino como una necesidad. La investigación económica, insistieron los defensores de la austeridad económica, ha demostrado que ocurren cosas terribles cuando se supera el 90 por ciento del PIB. Pero la “investigación económica” no demostró tal cosa; un par de economistas hicieron esa afirmación, en tanto muchos otros disintieron. Los legisladores abandonaron el desempleo y recurrieron a la austeridad porque quisieron, no porque tuvieran que hacerlo.
Entonces, ¿cambiará en algo derribar a Reinhart-Rogoff de su pedestal? Me gustaría pensar que sí. Sin embargo, pronostico que los sospechosos usuales tan solo encontrarán otra dudosa pieza de análisis económico que canonizar, y la depresión seguirá y seguirá.

*Paul Krugman/ Premio Nobel de Economía 2008.


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